¿Sabes qué es la huella hídrica? Te contamos lo que necesitas saber sobre este indicador y su relevancia para el cuidado del agua.
El agua es uno de los recursos naturales más importantes para la humanidad al ser la base principal para el desarrollo de actividades tanto sociales como económicas, ya que dependemos del vital líquido para cultivar alimentos, generar energía eléctrica, actividades industriales, entre otras.
Por lo tanto surge la necesidad de crear una medida que proporcione la cantidad de agua que se utiliza para realizar dichas actividades.
¿Qué es la huella hídrica?
Es un indicador que permite medir la cantidad de agua que utilizamos para las actividades cotidianas; a través de la huella hídrica se puede conocer la cantidad de agua que se necesita para la producción de bienes y servicios, y de esta manera regular su consumo e implementar mejores prácticas para su cuidado.
El término de huella hídrica fue propuesto en el año 2002 por el profesor Arjen Hoekstra, innovando de esta manera la manera de medir el consumo de agua; años más tarde en el 2008 el profesor Arjen creó la fundación Water Footprint Network, integrada por diversas organizaciones privadas, públicas y académicas para investigar y abordar los desafíos que implica la preservación del vital líquido.
Tipos de huella hídrica
La huella hídrica mide el volumen de agua dulce (litros o metros cúbicos) utilizado a lo largo de toda la cadena de producción de un bien de consumo o servicio; de esta forma se puede saber de manera certera la cantidad de agua que se emplea en la elaboración de un producto o alimento.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) menciona que los alimentos que una persona consume a diario equivale al uso de entre 2.000 y 5.000 litros de agua para su producción; el mismo organismo ha calculado que el 70% de la huella hídrica a nivel mundial se encuentra relacionada con la producción de alimentos.
Tomando como referencia el informe de la FAO sobre la cantidad de agua utilizada en los alimentos se puede saber que para producir un kilo de carne se pueden llegar a usar 15.000 litros de agua, para preparar una jarra de café 840 litros y para cocinar una hamburguesa son necesarios 2.400 litros de agua.
NOTA: Conoce algunas formas de reutilizar el agua AQUÍ.
Además de tomar en cuenta el agua dulce utilizada en los diversos procesos de fabricación, la huella hídrica también calcula el agua que intervino en dicho proceso; por ejemplo el agua que pudo contaminarse, la que es devuelta al mar o a una cuenca o incluso la que se evaporó.
De esta manera la huella hídrica se puede dividir en tres indicadores:
- Huella hídrica verde
Es el agua que procede directamente de la lluvia o nieve que queda almacenada en la tierra, en la zona de raíces; se evapora, transpira e incorpora a las plantas. Este tipo de agua es de vital importancia para la producción agrícola y forestal.
- Huella hídrica azul
Es la fuente de agua que proviene de recursos hídricos subterráneos o en la superficie y se evapora durante la producción de un bien.
- Huella hídrica gris
Es la cantidad de agua que se necesita para diluir el agua contaminada en el proceso de producción, hasta que el agua se vuelve lo suficientemente limpia para que pueda pasar los controles de calidad.
En este sentido se ha podido definir que al sector agrícola se le atribuye un 70% de agua dulce total, seguido del uso industrial con un 20%, y el 10% restante es el destinado para el consumo humano, también se puede calcular la huella hídrica personal contestando unas sencillas preguntas.
Tips para reducir tu huella hídrica
Después de conocer el porcentaje de tu huella hídrica te damos algunos tips para que puedas reducirla y tener un consumo de agua más consciente y responsable:
- Tomar duchas cortas, puedes cerrar el flujo de agua mientras se lava el cabello o se enjabona el cuerpo.
- Iniciar una dieta sostenible reduciendo el consumo de alimentos que necesitan un alto consumo de agua como la carne.
- Apoyar la economía local, es decir a pequeños productores o granjas y así fomentar la economía circular.
- Comprar y consumir solo lo necesario para evitar desperdiciar, para evitarlo se puede optar por el reciclaje y la reutilización.
En OOAM estamos comprometidos con el cuidado del agua, por lo que contamos con un sistema de saneamiento y reutilización que consiste en el tratado de aguas que permite darle un segundo uso en el riego de áreas verdes y limpieza de las amenidades.